viernes, 16 de marzo de 2012

La función está por comenzar

Unos días, unos días nada más. Dentro de unos pocos días voy a convertirme en padre. Dicen que, a diferencia de la madre, el padre no termina de conectar con el bebé sino hasta que lo mira y lo toca, hasta que lo tiene en sus brazos y al conocerlo lo reconoce. Hasta que el bebé ya está aquí. No lo dudo. No dudo que la experiencia de la paternidad es tal sí, y sólo sí, hay involucramiento. En ese sentido, muchas personas procrean pero nunca se convierten en padres porque nunca se involucran con sus hijos. Lo contrario y deseable es que la responsabilidad con el hijo sea permanente, una cosa para siempre aunque no siempre sea igual, aunque, por fuerza y necesidad cambie de forma.


Pero esas cosas aún no las sé, sólo las supongo pero no las sé porque no las he vivido. Las he leído o imaginado o he creado historias a partir de lo que escucho o creo que escuché. La vida mental se construye de creencias, no de hechos. Creo que la paternidad aún no comienza pero entonces ¿qué han sido estos ahora casi nueve meses?. Si aún no soy padre, pero tampoco soy el mismo tipo solo y totalmente independiente que era antes ¿entonces qué he sido durante este tiempo?. Creo que he comenzado a ser padre, que he estado ensayando actitudes, formas y rutinas propias y necesarias para ser padre, pero tal experiencia aún no se concreta ni define, aún no es visible ni tangible pero ya es real. Esto es como el ensayo de una obra que se estrenará en grande.


Y el telón está ahora por levantarse, dentro de muy poco, unos días nada más. Que comience la función.