¿Por qué los intelectuales más sesudos están tan convencidos de que el PRI ya ganó? (Luis Villoro, Lorenzo Meyer, Sergio Aguayo, entre otros a cuya opinión yo, humildemente, me uno). Porque son realistas, porque recurren a la razón y a los datos duros.
- Más de 50 millones de pobres que, desde luego, tienen otras cosas más inmediatas por las cuales preocuparse. Y muchos de ellos ven con buenos ojos a Peña Nieto. Se ve bien y promete cosas.
- Un país desinformado (en buena parte porque así lo quiere el oligopolio de los medios y las empresas. En otra, también, porque así lo quieren los propios ciudadanos)
- Corrupción. La corrupción está en la estructura misma de la nación y tiene todas las formas, desde la más burda hasta la más sutil. La corrupción no es un hecho, sino un caldo de cultivo que permite la emergencia de cualquier irregularidad, a cualquier nivel. Somos un pueblo en el que cometer un acto de corrupción es algo natural y común. Es lo normal. Somos moralmente mezquinos, y es por eso que buena parte de los votantes permitirán la llegada del PRI (votando por él o vendiéndole su voto), porque el PRI "roba pero deja robar". Robar es lo normal, robar, engañar, abusar, defraudar, todo eso es tan natural que ni siquiera se cuestiona.
- Narcotráfico. El narcotráfico dictará a muchos ciudadanos por quién votar. Este punto no necesita desarrollo.
- Favoritismos (que es la forma de corrupción de las élites de poder) ¿Hace falta mencionar, a estas alturas, que Peña Nieto ha estado claramente favorecido por medios, políticos y empresarios, de formas legales e ilegales? ¿de verdad? ¿hace falta recordar que, en su momento, así lo estuvo Calderón y que ello determinó su victoria?
En resumen. El IFE es moderno, complejo y caro (su presupuesto para llevar a cabo la elección es de más de 4 mil millones de pesos). Pretendemos que por tener este tipo de instituciones ya somos un país civilizado, moderno, plural y democrático. No lo somos, (claro, tampoco somos Cuba). La democracia no es jugar a la competencia cuando desde el inicio hay un ganador virtual (como ocurre en este caso. Y, por cierto, durante el porfiriato no era muy distinto). La democracia requiere ciudadanos libres y los mexicanos no lo son (una buena parte, una parte de nosotros está muy informada, pero no la mayoría). Claro, no vivimos presos, subyugados o amenzados (algunos, donde gobierna el narco sí viven así) pero no hay libertad de pensamiento porque no hay educación y estamos demasiado coaccionados por quienes ostentan el poder. Donde gobiernan la pobreza y la ignorancia no se puede ser libre, y la pobreza de México es amplia y diversa: es material, es moral y es intelectual, por decir lo menos. Con estas condiciones ¿cabe la esperanza de que pueda no ganar el PRI? -causa, símbolo y destino de todos esos males-. Estoy seguro de que no. Vaya, ni siquiera hace falta un fraude. La mayoría va a votar por Peña Nieto. Informados o no. Ignorantes, pobres, ilusos, manipulados, comprados, amenazados o nada de lo anterior. Lo van a elegir. Y soy el primero en lamentarlo.